Desde tiempo atrás, se ha dicho, que un hábito nuevo tarda en formarse 21 días, y así se fue repitiendo esta afirmación por mucho tiempo. Principalmente se debió a un análisis realizado por el cirujano plástico estadounidense y autor del libro Psycho-Cybernetics, Maxwell Maltz.

Este médico llegó a esta conclusión, luego de haber comprobado que sus pacientes, operados, y con algún cambio en su fisonomía, tardaban en adaptarse a su nueva imagen, esos 21 días, por tal motivo, concluyó que era el tiempo necesarios para que un hábito se forme en un ser humano.

Phillippa Lally, profesora de psicología de la University College London, en un estudio realizado por ella y un grupo de colegas, tomó una muestra de 96 individuos, en la misma llegó a comprobar que aquello de los 21 días para la formación de un hábito, era falso. Pues pudo constatar que se requería de entre 18 y 264 días, para crear esa conducta automática.

En voluntarios que pudieron disciplinarse adecuadamente, siguiendo las reglas correctamente, se constató que en promedio, lograron alcanzar la formación de los hábitos, a los 66 días, siendo este el número que se considera como real, para tal fin.

¿Cuáles aspectos son relevantes para la formación de un hábito?

Lo que se ha podido apreciar, al momento de crear un comportamiento mecánico, es que existen factores que son determinantes para tal finalidad, a continuación te las menciono:

  • La motivación del individuo. Si una persona no está bien clara para que quiere implementar un nuevo comportamiento, comenzará a buscar excusas para no continuar ante el primer contratiempo.
  • La capacidad para autodisciplinarse. La personalidad es algo fundamental, si aquel sujeto, no tiene fuerza de voluntad, no va a estarse esforzando por nada, así que será imposible que logre durar las semanas necesarias para adquirir este nuevo hábito.
  • La complejidad del hábito a crear. Si la rutina es muy compleja, igualmente va a requerir un mayor esfuerzo, los sacrificios serán superiores a los otros, y por ende la tendencia al abandono será mayor.

Los hábitos se sustituyen, no pueden ser eliminados

Los hábitos son programas creados en nuestro cerebro, lo que se aprende, más nunca se olvida. Es debido a esto, que el término adecuado es el de sustituir, no, eliminar. No puedes intentar apartarte de un mal hábito, sin tener un patrón, previamente definido, por cual sustituir, pues nuestra mente va a volver al programa anterior, por no dejar ese espacio vacío, dentro de nuestra programación mental.

Es por tal razón, que podemos ver como personas, que habían dejado una mala costumbre, de adicciones, como el alcohol, el cigarrillo o alguna sustancia, llegan a recaer luego de haberlo, aparentemente, superado. Pasan a ser personas, que por haber perdido la motivación de seguir haciendo lo que les correspondía y beneficiaba, optan por volver a aquello que les da placer, de forma momentánea, pero se siente más satisfechos.

Adoptar hábitos beneficiosos no es fácil, sobre todo en sus inicios, si esto funcionara de esta manera, todos podríamos ser personas exitosas, y como has podido apreciar, no es así de sencillo. Es por esto, que podemos ver personas con grandes cualidades, sin tener un rumbo definido en sus existencias, pues no están dispuestos a hacer ningún tipo de sacrificio por nada.

Warren Buffett dice al respecto:

Las cadenas de los hábitos son demasiado ligeras para sentirse hasta que son demasiado pesadas para romperse”.

Desde tiempo atrás, se ha dicho, que un hábito nuevo tarda en formarse 21 días, y así se fue repitiendo esta afirmación por mucho tiempo. Principalmente se debió a un análisis realizado por el cirujano plástico estadounidense y autor del libro Psycho-Cybernetics, Maxwell Maltz.

Este médico llegó a esta conclusión, luego de haber comprobado que sus pacientes, operados, y con algún cambio en su fisonomía, tardaban en adaptarse a su nueva imagen, esos 21 días, por tal motivo, concluyó que era el tiempo necesarios para que un hábito se forme en un ser humano.

Phillippa Lally, profesora de psicología de la University College London, en un estudio realizado por ella y un grupo de colegas, tomó una muestra de 96 individuos, en la misma llegó a comprobar que aquello de los 21 días para la formación de un hábito, era falso. Pues pudo constatar que se requería de entre 18 y 264 días, para crear esa conducta automática.

En voluntarios que pudieron disciplinarse adecuadamente, siguiendo las reglas correctamente, se constató que en promedio, lograron alcanzar la formación de los hábitos, a los 66 días, siendo este el número que se considera como real, para tal fin.

¿Cuáles aspectos son relevantes para la formación de un hábito?

Lo que se ha podido apreciar, al momento de crear un comportamiento mecánico, es que existen factores que son determinantes para tal finalidad, a continuación te las menciono:

  • La motivación del individuo. Si una persona no está bien clara para que quiere implementar un nuevo comportamiento, comenzará a buscar excusas para no continuar ante el primer contratiempo.
  • La capacidad para autodisciplinarse. La personalidad es algo fundamental, si aquel sujeto, no tiene fuerza de voluntad, no va a estarse esforzando por nada, así que será imposible que logre durar las semanas necesarias para adquirir este nuevo hábito.
  • La complejidad del hábito a crear. Si la rutina es muy compleja, igualmente va a requerir un mayor esfuerzo, los sacrificios serán superiores a los otros, y por ende la tendencia al abandono será mayor.

Los hábitos se sustituyen, no pueden ser eliminados

Los hábitos son programas creados en nuestro cerebro, lo que se aprende, más nunca se olvida. Es debido a esto, que el término adecuado es el de sustituir, no, eliminar. No puedes intentar apartarte de un mal hábito, sin tener un patrón, previamente definido, por cual sustituir, pues nuestra mente va a volver al programa anterior, por no dejar ese espacio vacío, dentro de nuestra programación mental.

Es por tal razón, que podemos ver como personas, que habían dejado una mala costumbre, de adicciones, como el alcohol, el cigarrillo o alguna sustancia, llegan a recaer luego de haberlo, aparentemente, superado. Pasan a ser personas, que por haber perdido la motivación de seguir haciendo lo que les correspondía y beneficiaba, optan por volver a aquello que les da placer, de forma momentánea, pero se siente más satisfechos.

Adoptar hábitos beneficiosos no es fácil, sobre todo en sus inicios, si esto funcionara de esta manera, todos podríamos ser personas exitosas, y como has podido apreciar, no es así de sencillo. Es por esto, que podemos ver personas con grandes cualidades, sin tener un rumbo definido en sus existencias, pues no están dispuestos a hacer ningún tipo de sacrificio por nada.

Warren Buffett dice al respecto:

Las cadenas de los hábitos son demasiado ligeras para sentirse hasta que son demasiado pesadas para romperse”.

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